LA MUERTE
LA MUERTE
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Una lengua de niebla
lame los altos panteones del cementerio
donde los laureles no huelen,
silban las hojas en su destierro,
sopla el viento en requiebros,
el otoño se agita en las madrigueras,
huele a tierra húmeda a muerte revenida,
las enredaderas trepan ocupando el sitio
de los que allí moran
tapan sus inscripciones
borran su historia en la vida.
Los borrachos apilan las botellas vacías
de vino y whisky.
Hay sombras y frío en la penumbra
en contraste al resto del mundo.
Jóvenes, ancianos, hombres sanos
y malsanos cuyos cuerpos la noche reúne.
Espacios opacos, oscuros de ceniza, gris,
tristes crepitan solos sin saber cuál es su lugar.
La noche se inunda de escarcha profunda
temblorosos, iracundos cipreses se yerguen
como gigantes rascando el cielo para encontrar
la llave que abra la puerta del paraíso eterno
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* Soy una hojita * 07/09/08
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