LA CAMBIÓ POR OTRA
LA CAMBIÓ POR OTRA
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Tiene viejos los ojos
y nuevas arrugas,
las manos desnudas
y el corazón con espinos.
Perdió a su amada
tras los olivos,
apareció un bandido
y la hizo propiedad,
a él: mendigo
con buena casa
y dos testigos.
El perro lame
sus quejidos
y él roe aquél día,
despacio,
en que se la arrebataron
de un suspiro.
Sabe que vive sola
y sin dueño;
después de moza, el bandido,
fue en busca
de otro abrigo
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* Soy una hojita * 14/04/09
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