EL AVENTURERO

 

EL AVENTURERO

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Era un trotamundos

en él no exista medida,

no hacia carrera

con su vida desmedida.

Caminaba erguido como

palo de escoba,

en las causas injustas

se lanzaba en tromba

con el ímpetu

y la fuerza de un volcán,

el resto . . . sereno,

cuando una brizna de luna

iluminaba su cara

era blanca, tersa,

y los ojos azul cielo.

Él era su único dueño,

no se conoce agravio alguno

que hubiera hecho,

como un león en la sabana

desconocía el miedo.

Si algún malnacido

sobre su cuerpo se abalanzaba

le quebraba la lanza

sin templanza.

Embriagado de alegría

caminó por la vida,

en sus labios brillaba

una pícara sonrisa,

no conocía la ira

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La luna baña de plata

un epitafio:

Aquí, yace un hombre,

solitario. Lo mataron

a medianoche . . .

y aún sin ser varón

fue noble.  

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* Soy una hojita *  25/05/09