FUSILAMIENTO
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Bajo el cielo encapotado
tiemblan los rehenes
sus opresores son
de piedra y metal,
fríos soldados
dispuestos a matar,
instigan a los presos
hacia los paredones;
por ambos lados
han cavado fosos
de fango y muerte.
No hay árboles
donde grabar
sus nombres,
ni ideales alcanzados,
ni hogares
¡Cuánta sangre derramada,
cuántas almas
deshonradas!
En el sepulcral silencio se escucha
un viejo tambor de hojalata
.
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* Soy una hojita * 29/09/09
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