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Soy una hojita

FLORENCIA-VENECIA

FLORENCIA-VENECIA

 

VENECIA-FLORENCIA

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Fui a Venecia,

sus aguas abrieron

un canal directo

al corazón.

Sentí la humedad

brotar por los ojos,

desde ese instante

se manifestó el síndrome

de Stendhal, ante tanta belleza,

ambos viajamos

entre Dante y Miguel Ángel.

Me quedé en el norte

de Italia, no pude

abandonar Venecia

con sus frescos, fachadas

estatuas . . .  enfermé con tanta

belleza, hasta sentirme aturdida

siguiendo las formas

de los adoquines, persiguiendo

las cúpulas, introduje, más, oxigeno

en la mochila que reposaba cansada

en una esquina.

Admirando iglesias y capiteles

perdí el equilibrio y la noción

del tiempo.

Quise combatir el síndrome con más belleza

visitando a Botticceli

rogué a Dante y pedí audiencia

a Lorenzo Medici.

Como mi signo fue peregrinar

descansé en la Catedral de Sta. Mª del Fiore

oyendo cantar a los propio ángeles,

al pie de callecitas apretadas

perdiéndome en su incomparable

estructura.

Las tiendas, bazares te invitan

a través de las artísticas

vidrieras, a degustar:

quesos, vinos, aceites

y demás exquisiteces.

si quieres gozar del paraíso

tendrás que acudir

a la iglesia franciscana

de Sta. Croce donde sentirás

el roce de la vida y la muerte,

la luminosidad de los frescos

de Giotto y las tumbas

de Galileo y Miguel Ángel,

después de tan suculento postre

¡Cómo no, el café! Café “Capuccio”

la especialidad de Italia

.

Venecia es una talla

exquisitamente brocada

en mármol, piedra y bronce

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* Soy una hojita *  01/12/08

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