A CALENTURA DEL GITANO
¡Silencio! están replicando
en la iglesia las campanas.
Tiene el gitano
la mirada torva,
los incisivos
echaos palante,
el ceño fruncido
y las manos ensangrentadas,
mal negocio
en el barracón de feria
nadie quiere ser su consorcio.
Dicen que en la bota
guarda una navaja
de dientes plata
y en su conciencia
la muerte
de un gitano poeta.
No sé que demonio
le reside dentro,
pues de sus ojos
teas brotan.
Lleva una vara encorvada
y el secreto en el esqueleto.
Sólo existe un gitano,
al que la luna esquiva
en la desvelada noche
en la que se oye
el grito preñado
del que gimió en vano,
¡Ya no alumbra
la luna,
está esperando
verlo postrado
implorando “el mea culpa”!
.
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* Soy una hojita * 27/10/09
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