LA ARRANQUÉ PARA SIEMPRE
¡Cómo arrancar la espina
de la herida
sin forjar mala cara,
si las expectativas de vida
con ella se me iban!
¡Ah, supiré, son fantasmas
engendrados en mi alma!
Su dolor arranqué
de las entrañas
como si se tratara
de un arma arrojadiza.
El agudo grito salvaje
huyó lejos, muy lejos
como huracán o ave
perdido en el tiempo
.
.
* Soy una hojita * 27/10/09
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